La biotecnología revoluciona los avances frente a la obesidad: mayor conocimiento, diagnóstico más preciso y desarrollo de fármacos innovadores
Con el objetivo de abordar cómo la biotecnología está posibilitando avances frente a la obesidad desde diferentes enfoques y, en el marco de celebración del Día Europeo contra la Obesidad, entrevistamos a Miriam Rubio de Santos, Directora médica del Área de Diabetes y Obesidad de Lilly España.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que, en 2022, alrededor de 2.500 millones de adultos en todo el mundo tenían sobrepeso. De estos, 890 millones de personas vivían con obesidad. La fotografía que observamos en la actualidad muestra que una de cada ocho personas en el mundo padece obesidad. Desde el año 1990 la obesidad se ha duplicado con creces entre los adultos de todo el mundo y se ha cuatriplicado en el caso de la población adolescente. En 2022, 37 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso. Cifra que en la franja de edad comprendida entre los cinco y los 19 años se eleva hasta los 390 millones, de los que 160 presentan obesidad.
En la mayoría de los casos, la obesidad es una enfermedad multifactorial que se debe a un entorno obesogénico, factores psicosociales y variantes genéticas. La obesidad y el sobrepeso pueden provocar un aumento del riesgo de diabetes tipo 2 y cardiopatías, afecta a la salud ósea, afecta a la reproducción e incrementa el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. En este sentido los datos de la OMS señalan que en el año 2019 un índice de masa corporal (IMC) superior al recomendado provocó más de cinco millones de muertes en todo el mundo como consecuencia de enfermedades no transmisibles (enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer, los trastornos neurológicos, las enfermedades respiratorias crónicas o los trastornos digestivos).
A lo largo de los últimos años se han producido importantes avances científicos en áreas como la prevención, el abordaje o el tratamiento de la obesidad en los que la biotecnología está desempeñando un papel crucial a través de nuevos medicamentos y/o tratamientos, el desarrollo de alimentos funcionales y más saludables; avances en campos como la terapia génica o la edición genética se están investigando como posibles tratamientos para la obesidad; el estudio del microbioma intestinal; o las investigaciones en terapia celular, son algunos ejemplos de cómo la biotecnología está revolucionando la lucha contra la obesidad a través de nuevos enfoques y herramientas que permiten combatirla desde diversas perspectivas, tanto a nivel preventivo como terapéutico.
Con el objetivo de abordar cómo la biotecnología está posibilitando avances frente a la obesidad desde diferentes enfoques y, en el marco de celebración del Día Europeo contra la Obesidad, entrevistamos a Miriam Rubio de Santos, Directora médica del Área de Diabetes y Obesidad de Lilly España.
AseBio. ¿Qué es la obesidad?
Miriam Rubio de Santos. La obesidad es una enfermedad basada en la disfunción del tejido adiposo. Además, es una enfermedad compleja, multifactorial, crónica y recidivante y se asocia con la aparición de múltiples complicaciones. La obesidad es el origen de más de 200 enfermedades, que, además, en muchas ocasiones, se complican ante la presencia de la obesidad.
AseBio. Nos encontramos ante una enfermedad compleja en la que intervienen múltiples factores que, en algunos casos, escapan al control de la persona que la sufre. ¿Cuáles son los principales factores para su desarrollo?
Miriam Rubio de Santos. En el origen de la obesidad intervienen múltiples factores, entre ellos, genéticos, endocrinos, ambientales (disruptores endocrinos, un ambiente obesogénico…), el estrés, alteraciones del sueño, conductuales y socioculturales, que en último lugar contribuyen a un desequilibrio en el balance energético condicionando un incremento progresivo del tejido adiposo que supera su capacidad de almacenamiento y genera disfunción e inflamación de los distintos órganos y sistemas a todos los niveles.
La complejidad viene definida por la alteración en la señalización de múltiples sistemas del cuerpo que regulan el equilibrio del hambre-saciedad, así como del gasto energético. En estos procesos intervienen el sistema nervioso central, el intestino, el páncreas y el propio tejido adiposo, que sabemos es un órgano endocrino que produce múltiples señales hormonales para regular todo este equilibrio.
AseBio. ¿Por qué el abordaje de la obesidad debe realizarse con un enfoque de atención integral?
Miriam Rubio de Santos. Como enfermedad crónica, compleja y recidivante, el abordaje óptimo tiene que ser multifactorial: hay que intervenir sobre la alimentación saludable (hay que saber qué comer, cuándo comer y cómo comer), sobre la práctica de ejercicio físico, tanto aeróbico como anaeróbico, sobre los aspectos psicológicos y conductuales, y si con esto no se logra, ofrecer alternativas de tratamiento. Como enfermedad crónica, compleja y recidivante (es decir, en la que se pueden producir muchas recaídas).
Pero el punto de partida es hacer un buen diagnóstico de la obesidad y para lograrlo hay que superar el estigma entre la sociedad, incluidos los profesionales sanitarios, y aumentar el conocimiento y los recursos disponibles para los médicos que deben tratar a estos pacientes.
AseBio. ¿Qué avances frente a la obesidad ha posibilitado la biotecnología?
Miriam Rubio de Santos. La biotecnología nos está ayudando mucho en todos los ámbitos, ya que se están realizando importantes avances que permiten conocer mejor la enfermedad, nos permite realizar un diagnóstico más preciso de la obesidad, yendo más allá del IMC (índice de masa corporal) del paciente, y, por supuesto, nos está ayudando en el desarrollo de fármacos innovadores.
La investigaciones y avances biotecnológicos en el área de la obesidad buscan ofrecer una medicina personalizada, por ejemplo, a través de un adecuado fenotipado de las personas que viven esta enfermedad, desarrollando herramientas más precisas para el diagnóstico.
AseBio. Lilly trabaja para ahondar en el conocimiento sobre la obesidad con el objetivo de desarrollar alternativas de tratamiento que permitan ofrecer soluciones de salud a las personas que conviven con obesidad. ¿Qué avances estáis logrando?
Miriam Rubio de Santos. Lilly lleva años investigando en el área de la obesidad, desde que vimos el impacto en el peso que uno de nuestros medicamentos para la diabetes tipo 2 tenía. Desde entonces, hace ya más de una década, se ha estudiado distintas alternativas y mecanismos de acción que permitan una pérdida de peso que genere consecuencias positivas en la salud. Esto ha llevado a disponer de un amplio número de moléculas en investigación tanto para la obesidad, como para muchas de sus complicaciones.
Por otra parte, otra de las líneas de trabajo es la de compartir con la comunidad científica y médica los resultados de estos avances. En este caso, además, ante la falta de alternativas, las personas con obesidad han tenido que afrontar falsas creencias, estigma y mitos, que ahora la ciencia está confrontando.
Esta labor de difusión del conocimiento que genera la ciencia ayudará también a que se realice un diagnóstico y un abordaje más adecuado para las personas con obesidad, que es lo que les va a ayudar a intervenir de manera más eficaz.
AseBio. ¿Qué beneficios aportan este tipo de medicamentos a los sistemas sanitarios en un contexto en el que la obesidad ya es un grave problema de salud pública?
Miriam Rubio de Santos. La World Obesity Federation ha realizado una estimación del impacto económico del sobrepeso y la obesidad. Según sus datos, en 2019, tuvo un impacto del 2,09% del PIB en España, lo que supuso un total de 29.140 millones de dólares. Calculando en base a sus estimaciones de incremento de la prevalencia, se espera que en 2060 triplique su coste, suponiendo un 2,4% del PIB.
Volviendo a los datos de 2019, la obesidad tuvo un coste médico directo en España de 9.510 millones de dólares, a lo que hay que sumar el coste de muertes prematuras, los costes de absentismos laborales y de presentismos.
Por todo ello, creemos que estos medicamentos para tratar la obesidad podrían ser de gran ayuda para abordarla. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de una enfermedad que hasta ahora solo se trataba con cambios en estilos de vida -que por sí solos eran poco eficaces en las personas con obesidad- o con cirugía -que es una alternativa muy invasiva y con tasas de recaídas elevadas.