¿Nos obligan a comer insectos? Desmontando los bulos sobre el ‘Tenebrio molitor’
Protiberia, empresa centrada en el suministro de colonias de huevos de Tenebrio molitor; y Tebrio, compañía dedicada a su cría y transformación industrial, analizan la evidencia científica que ha respaldado la decisión de la Comisión Europea de autorizar este insecto como ‘nuevo alimento’ para humanos.
“La Unión Europea nos obliga a comer insectos”. “Estamos comiendo insectos sin saberlo y son perjudiciales para nuestra salud”. Estos son sólo dos ejemplos de los mensajes que en las últimas semanas han inundado las redes sociales, tras la autorización por parte de la Comisión Europea (CE) como “nuevo alimento” de la comercialización de “polvo tratado con rayos UV procedente de larvas enteras de Tenebrio molitor”, conocido popularmente como “gusano de la harina”. Mensajes carentes de veracidad que tienen como objetivo generar una innecesaria alarma mediática y social a través de la desinformación y omitiendo la evidencia científica que respalda la seguridad de esta autorización.
“Estas afirmaciones son completamente falsas. La legislación europea es clara y transparente: todos los productos que contengan insectos deben estar correctamente etiquetados, indicando la especie y el tipo de procesamiento. No vamos a consumirlo sin saberlo. Además, se trata de ingredientes opcionales, no obligatorios, y siempre sujetos a la elección del consumidor”, explica Ana González, CEO de Protiberia, empresa líder en el suministro de colonias de huevos de Tenebrio molitor.
Por su parte José Ángel Sanz, director de Comunicación de Tebrio, empresa líder y pionera a nivel mundial en la cría y transformación industrial del insecto Tenebrio Molitor, señala que “la normativa alimentaria europea, muy exigente, tiene como principios básicos la transparencia y el etiquetado claro para informar al consumidor sobre la composición. Por otro lado, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) desarrolla una minuciosa evaluación para homologar nuevos ingredientes destinados al consumo humano”, tal y como puede comprobarse en la referida a la reciente autorización del Tenebrio molitor.
En la UE en 2023 ya estaba autorizada la comercialización de cuatro especies de insectos para consumo humano
Los “nuevos alimentos” se definen como aquellos que no han sido consumidos de forma significativa por los ciudadanos de la Unión Europea antes del 15 de mayo de 1997, fecha de entrada en vigor del primer Reglamento europeo sobre nuevos alimentos. Este reglamento exige una autorización previa antes de que un nuevo producto alimenticio pueda comercializarse en la Unión Europea, tras haber superado una rigurosa evaluación científica por parte de EFSA. Un proceso que garantiza que el alimento no supone ningún tipo de riesgo para la salud humana.
La decisión de la Comisión Europea es uno de los últimos pasos del procedimiento para autorizar este producto como nuevo alimento. Los Estados miembro dieron luz verde a la Comisión Europea para permitir a la empresa alimentaria francesa Nutriearth (período de cinco años a partir del 10 de febrero de 2025) que había solicitado previamente la autorización, para la comercialización de su producto extraído del gusano Tenebrio molitor.
En la UE en 2023 ya estaba autorizada la comercialización de cuatro especies de insectos para consumo humano: las larvas del gusano de la harina (Tenebrio molitor), la langosta migratoria (Locusta migratoria), el grillo doméstico (Acheta domesticus) y las larvas del escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperinus). Pueden venderse como insectos enteros o como polvo hecho de ese insecto para posteriores elaboraciones. En este contexto, el mercado europeo del Tenebrio molitor está viviendo una gran fase de expansión, impulsada precisamente por autorizaciones para su uso alimentario como la que centra estas líneas.
'Tenebrio molito'r: alimento seguro, sin desventajas nutricionales y sin riesgos tóxicos
Desde Protiberia señalan que la reciente decisión de la Comisión Europea “supone un avance importante en el reconocimiento y regulación del uso del Tenebrio molitor como nuevo alimento dentro del marco legal europeo”. Aunque desde 2021 ya estaba autorizada su comercialización para consumo humano, esta nueva autorización concreta un aspecto clave: el uso de polvo de Tenebrio molitor tratado con radiación ultravioleta como ingrediente en una amplia gama de productos alimenticios.
Esta autorización amplía las aplicaciones del insecto más allá de formatos tradicionales como insectos enteros o snacks, permitiendo su incorporación en productos cotidianos como los productos de panadería, pastas alimenticias, compotas de frutas y verduras, sustitutos de carne y queso, barritas energéticas, suplementos y otros alimentos funcionales. En este sentido, Ana González enfatiza en que el dictamen de la EFSA “confirma la seguridad del producto, sin desventajas nutricionales y sin riesgos tóxicos, salvo la consideración para personas alérgicas a crustáceos y ácaros”, lo que rebate con base científica los numerosos bulos que han circulado en las redes sociales sobre el supuesto riesgo para nuestra salud.
“Lo más relevante de esta autorización”, continúa la CEO de Protiberia, “es que no sólo valida la seguridad y viabilidad del Tenebrio molitor como alimento humano, sino que también abre la puerta a un mercado en crecimiento de ingredientes funcionales sostenibles, alineados con las políticas europeas de sostenibilidad, seguridad alimentaria y reducción de la huella ambiental”.
Más allá de la alimentación humana: desde piensos para ganado a biofertilizantes o la industria cosmética
Y es que las aplicaciones de este insecto son múltiples y lo posicionan cada vez más como un codiciado valor no sólo para la industria agroalimentaria. El Tenebrio molitor, tal y como exponen desde Tebrio, permite obtener diferentes productos a lo largo de su ciclo vital. En su fase larvaria proporciona proteínas y lípidos de alto valor para la elaboración de piensos destinados al sector porcino, avícola, acuícola y al de alimentos para mascotas domésticas. Es importante señalar que el ganado consume hoy el 20% de las proteínas que producimos al año y está entrando en competencia directa con el consumo humano por la utilización de agua, la tierra cultivable y los recursos del suelo.
“Estos ingredientes de alta calidad mejoran el desarrollo, la digestión y el sistema inmunitario de los animales porque son ricos en grasas insaturadas, vitaminas, fibra y minerales. Por otro lado, las deyecciones que genera el insecto a lo largo de su vida dan lugar a un biofertilizante 100% orgánico con capacidades bio-fortificantes, bio-estimulantes, bio-fitofortificantes y potenciadoras para todo tipo de cultivos”, destaca el director de Comunicación de Tebrio que resalta además la amplia gama de aplicaciones bioindustriales durante la fase adulta del insecto: “Se extrae la quitina del exoesqueleto que se transforma en quitosano. Este quitosano se utiliza en industrias cosmética y farmacéutica, así como en la fabricación de plásticos biodegradables o el tratamiento de aguas residuales, entre otros usos”.
Evidencia científica y consumidores informados para reducir la barrera cultural europea
Los bulos y fake news que han circulado en las últimas semanas se han visto potenciados por la barrera cultural que existe en Europa sobre el consumo de insectos, cuya base se sustenta principalmente en la percepción tradicional de consumirlos enteros. “La tendencia actual se centra en utilizar los insectos, y en particular el Tenebrio molitor, como ingredientes funcionales de alto valor nutritivo, que se integran perfectamente en la cadena alimentaria en formatos más familiares para el consumidor, como harinas, polvos o concentrados”, detalla la CEO de Protiberia. Unos ingredientes sobre los que destaca su elevado contenido en proteína completa, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, además de su bajo impacto ambiental en comparación con otras fuentes proteicas.
En este sentido considera que la única forma de ir reduciendo esta barrera es mediante la normalización de la presencia de los insectos como ingrediente en alimentos ya conocidos, y no como un producto final visible. Considera fundamental informar al consumidor sobre sus beneficios nutricionales e impacto en términos de sostenibilidad y, por supuesto, mediante un etiquetado “claro y transparente para que el consumidor tenga confianza y libertad de elección”.
“Es crucial verificar las fuentes de información y desconfiar de afirmaciones sensacionalistas. La evidencia científica proviene de universidades, centros de investigación y organizaciones de salud, que se rigen por el método científico y se someten a la revisión por pares, lo que garantiza la validez de sus hallazgos. Por otro lado, está la regulación normativa, altamente restrictiva. Ambas son los dos pilares de la industria agroalimentaria, por eso es clave confiar solo en medios que dan voz a fuentes científicas reconocidas”, remachan desde Tebrio.
“El consumo de insectos como el Tenebrio molitor es una opción saludable, segura y sostenible, avalada por rigurosos estudios científicos y la normativa europea. No es una imposición, sino una alternativa transparente para quienes buscan nuevas fuentes de proteína con menor impacto ambiental. Informarse con fuentes fiables es clave para evitar malentendidos y bulos infundados”, concluye por su parte Protiberia.