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Araclon, la ‘biotech’ española que apuesta por diagnosticar y tratar el Alzheimer antes de los primeros síntomas

“El futuro de esta enfermedad está en el diagnóstico precoz y un abordaje terapéutico que combine diferentes tratamientos”, dice Jose Terencio, director general de Araclon Biotech (Grifols), empresa que ha obtenido la marca CE para su servicio de análisis de biomarcadores de Alzheimer

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Agathe Cortes
Salud

Cada tres segundos aparece un nuevo caso de demencia en el mundo. Más de 700.000 personas podrían estar hoy afectadas por el Alzheimer - que supone el 86% de los casos de demencia - en España. Dentro de 30 años, esa cifra podría alcanzar los dos millones. Y esta curva ascendente parece no tener límite si miramos las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿Cómo prevenir esa subida de casos e interrumpir este camino? El mayor reto que tienen las empresas biotecnológicas es diagnosticar una enfermedad silenciosa de la que todavía se desconoce demasiado, tal y como contamos en 2021. Pero este año, la biotecnología española ha dado un gran paso en este sentido.

Araclon Biotech (Grifols), que tiene más de 17 años de vida, ha posicionado al alzhéimer como patología central de su investigación desde el minuto uno. La compañía se dedica a la investigación y desarrollo de métodos para el diagnóstico precoz y tratamiento en las etapas tempranas de esta demencia tan compleja que sigue burlando la ciencia. “Para nosotros está muy claro que el futuro del Alzheimer está en el diagnóstico precoz”, comienza Jose Terencio, director general de la compañía y vicepresidente de Innovación de Grifols.

Desde Araclon, se dedican a identificar biomarcadores de la enfermedad y en el desarrollo de ensayos basados en la determinación de los péptidos amiloides en plasma que ayudan a detectar los primeros cambios patológicos de la enfermedad, antes de la aparición de los síntomas. De hecho, sus tests de diagnóstico ya están disponibles como servicio de análisis centralizado en las instalaciones de Araclon. 

ABtest-MS y ABtest-IA son los primeros test desarrollados por una compañía española para la medición de los péptidos amiloides en sangre, con el fin de ayudar a la evaluación del riesgo de padecer alzhéimer, que obtienen esta certificación aplicable en todos los países de la Unión Europea, Islandia, Liechtenstein y Noruega. Mediante espectrometría de masas (ABtest-MS) o mediante técnica ELISA (ABtest-IA), ambas pruebas permiten cuantificar en muestras biológicas las proteínas Aβ40 y Aβ42, asociadas al riesgo de padecer alzhéimer.

Según cuentan desde la compañía, la obtención de esta certificación supone un paso adelante en el objetivo de la empresa  de poder incorporarlas en la rutina clínica estandarizada del diagnóstico del alzhéimer en un futuro ya que, aplicadas sobre muestras de plasma, contribuyen al diagnóstico mediante un método ágil, fiable, poco invasivo y con un coste inferior a otras alternativas.

Pero también toca dar el salto con el tratamiento

Para Terencio, el mayor reto con el que se encuentran las compañías biotecnológicas, acostumbradas sin embargo a gestionar el riesgo, es el desconocimiento. “Hay que tener en cuenta que el alzhéimer es un campo de investigación que exige muchos recursos, al menos unos 2.000 pacientes en un ensayo pivotal y en la que hemos vivido una alta tasa de fracasos. Es muy difícil encontrar biomarcadores fiables y dar con un tratamiento”, explica.

Explica el experto que nos falta dar “ese salto” que si se han dado en otros campos, como la oncología con las inmunoterapias, por ejemplo. “No hemos tenido una revolución. No hemos visto todavía una respuesta en pacientes que modifique el curso de la enfermedad, solo disponemos de tratamientos sintomáticos”, reconoce. 

Según su punto de vista la combinación de tratamientos será la clave para mejorar la vida de los pacientes. “No creo en el efecto de un solo mecanismo, para una enfermedad tan compleja como esta. Las compañías tenemos que colaborar y conseguir atacarla desde diferentes puntos”, confía. Además de ello, cree firmemente que tenemos que caracterizar mejor al paciente a nivel molecular para tratarlo mejor. Desde Araclon, también apuestan por una solución disruptiva y están desarrollando en fase clínica una inmunoterapia activa para prevenir la enfermedad o retardar la aparición de los síntomas en forma de vacuna.

Ahora, tras una pandemia que ha revolucionado la salud y la ciencia, sabemos que es el momento de invertir en salud y en prevención y de dar voz a esta enfermedad silenciosa que merece atención.

En AseBio, tenemos a más de 10 socios que trabajan para luchar contra el alzhéimer y revertir esa curva de casos que comentábamos al principio y que tanto inquieta nuestra sociedad en general y los profesionales de nuestro sector en particular. Puedes consultar nuestro pipeline para tener más detalles.