Los dos químicos fundadores de Sanifit: “Emprender en ‘biotech’ no es un sprint. Es una ultra maratón”
Dos químicos de apenas 25 años montaron una spin-off de la Universitat de les Illes Balears que acaba de ser adquirida por Vifor Pharma en la mayor operación de la biotecnología en España. Joan Perelló, CEO de la compañía, nos cuenta la historia desde el principio

Los químicos Joan Perelló y Bernat Isern se conocieron en el instituto, se reencontraron en la Universitat de les Illes Balears y hace 17 años montaron una empresa biotecnológica para desarrollar un fármaco contra las enfermedades derivadas de la calcificación. Nuestro organismo deposita calcio de forma sana para formar estructuras sólidas como es el caso de los huesos y dientes. Sin embargo, cuando este se mete en otros lugares de nuestro cuerpo, conduce a una patología poco común que puede ser letal. Y esas enfermedades raras fueron las que atrajeron la mirada de los dos amigos.
Este año, esta empresa ha dado un salto colosal jamás visto en la historia de la biotecnología española. Vifor Pharma ha adquirido la compañía y ha invertido unos 375 millones de euros para que la idea de Joan y Bernat, que nació cuando ni siquiera habían defendido su tesis en 2004, pueda llegar al mercado y mejorar la vida de miles de pacientes.
Sanifit, formada por un equipo de 25 personas entre Palma de Mallorca y Estados Unidos, se dedica al desarrollo de un fármaco experimental, llamado SNF472, para dos patologías letales de la cardiología renal por la calcificación de vasos sanguíneos. Actualmente, el estudio más avanzado se encuentra en fase III para luchar contra la calcifilaxis que afecta a unos 5.000 pacientes en Europa y otros 5.000 en Estados Unidos, dónde Sanifit también tiene actividad.
El objetivo principal de la compañía y la razón por la cual levantó el interés de Vifor, es ampliar el uso del fármaco a otras enfermedades. A mediados de 2022 quieren empezar un estudio de fase II para ver si este medicamento innovador funciona para vencer la enfermedad arterial periférica, que sufren más de 350.000 pacientes en diálisis y es ahí, dónde el acuerdo con Vifor va a jugar un papel clave. “Es una enfermedad poco conocida y hay cero fármacos hoy para luchar contra ello. Nosotros estamos abriendo un camino”, afirma el emprendedor.
¿Pero cómo fue posible? ¿Cómo empezó todo? La historia de Sanifit remonta a un concurso de innovación en 2003 cuyo premio alcanzaba los 30.000 euros. La condición exclusiva para conseguirlo: emprender. “Imagínate… dos químicos sin idea de lo que era un plan de empresa antes de empezar todo esto…” cuenta el director general recordando con una sonrisa aquellos momentos. Los dos amigos se presentaron en un momento dónde la innovación no estaba tanto en la boca de la gente. La idea había salido de un grupo de investigación de su universidad y que había reconocido la primera de sus patentes como propiedad intelectual del la cual ellos eran los creadores. Ganaron el premio y Sanifit nació.
Fueron creciendo, investigando sobre estas enfermedades poco conocidas y sus efectos sobre los pacientes hasta llegar a un ensayo clínico en fase III, completamente financiado y con una ejecución avanzada. “Esperamos tener los datos en 2022 y poder pedir la comercialización en 2023 a la FDA y la EMA”, cuenta el experto. Pero otra idea rondaba en las mentes de los dos emprendedores: encontrar la financiación para una segunda línea de investigación que trataría la enfermedad arterial periférica y ser así pioneros en el campo, pues no se ha hecho ningún estudio en todos estos años de la biomedicina. “Abrir camino para más soluciones es uno de nuestros principales objetivos. Hemos visto que existen más de 35 enfermedades relacionas con calcificaciones y muchas de ellas son necesidades no cubiertas… nos queda mucho trabajo y nos motiva pensar que nuestro fármaco podría aplicarse a ellas”, relata Perelló.
Con esto en la cabeza fueron “tocando a todas las puertas”, desde buscar inversión privada hasta considerar un nuevo partner. Una de esas puertas fue la de Vifor Pharma que quiso ir más allá, hacia un acuerdo global. “Querían quedarse con toda la tecnología y la compañía”, añade el director general de Sanifit.
Pero todo no fue tan sencillo. Lo que les faltó al principio fue un ecosistema sólido dónde existieran fondos de capital riesgo como los que hay hoy. La primera entidad que apostó por ellos fue La Caixa y Sanifit representó su primera inversión en Life Science. “Pero las demás no existían. No existía Ysios, tampoco Alta Life Science…”, comenta. Además, les faltó un referente, algún emprendedor con el que poder hablar, que comparta su experiencia y que les diese consejos sobre los pasos que dar. “El sector es joven, pero estamos creciendo y alcanzado un momento de madurez y consolidación. Los que emprenden ahora salen mucho más preparados y tienen muchas más oportunidades y opciones”, anima.
¿Qué consejo darías a aquellos jóvenes de 25 años que también quieren emprender en ‘biotech’? Con la visión de hoy, Perelló está convencido de que es más fácil porque el ecosistema ya existe. “Hay varias opciones para que consigan su primera ronda de financiación que es siempre la más complicada…”. Para el emprendedor lo más importante es la buena ciencia y formación adecuada, es decir ser “microexperto”, como dice él, en un campo y avanzar siempre con un foco muy claro. “Estamos en un sector que no es una carrera de sprint, pero una ultra maratón. Incluso con toda la financiación del mundo es una montaña rusa de subidas y bajadas constantes. Hay que saber que, igual que en las subidas no eres el rey del mundo, pues que en las bajadas no acaba todo”, aconseja. El científico insiste en que para emprender en ‘biotech’, la resiliencia es lo más importante para aguantar las curvas y choques.
Cuando vuelve a esos años de instituto y se observa ahora tras cerrar la operación más grande de la historia de la ‘biotech’ española, Perelló no logra decir como se siente ni cuál fue su reacción. “No sé siquiera si todavía hemos reaccionado”, concluye con una sonrisa.
En la foto: Bernar Isern (izquierda) y Joan Perelló (derecha).